He dejado muchas veces esta relación... pero no puedo estar sin él

Cómo salir de una relación tóxica que te atrapa emocionalmente

“Esta vez sí es la última.”
Eso te dices mientras haces las maletas, borras el número de teléfono o apagas el móvil.

Pero después… vuelves.
Y te preguntas una y otra vez:
¿Por qué sigo volviendo si esta relación me hace daño?
¿Por qué no puedo dejarlo, si ya no soy feliz?

Si te identificas, créeme que no eres la única ni el único al que le pasa. De hecho, hubo una época de mi vida que yo misma viví esta tortura.

Muchas personas que pasan por una relación tóxica experimentan este mismo ciclo: dejarlo, arrepentirte, volver... y volver a intentarlo.

Lo llaman amor, pero no es amor, es dependencia emocional.

¿Por qué es tan difícil salir de una relación tóxica?

Porque el vínculo se vuelve adictivo.
Porque aunque tu cabeza te dice “esto no es sano”, tu corazón se aferra a los momentos buenos, a la esperanza de que cambie, a esa sensación de que sin él o sin ella, no sabes quién eres.

Volver a una relación que te hace daño no es una elección lógica ni racional.
Es una necesidad emocional que nace de heridas más profundas que pueden ser:

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👉 Miedo al abandono
👉 Miedo a estar sola o solo
👉 Necesidad de aprobación
👉 La esperanza de que esta vez sea diferente

👉 Hacer lo mismo que hizo papá o mamá o alguna persona de tu familia a la que eres fiel de forma inconsciente

Cuando una relación se vuelve adictiva

Esto no es amor.
Esto es apego. Es vacío. Es dolor, mucho dolor.

Y muchas veces, ese “no puedo estar sin él” no viene del presente, sino de un pasado donde quizás aprendiste que para ser querida/o tenías que aguantar, ceder, callar, esforzarte el doble…

Por eso vuelves, aunque sepas que esa relación ya no tiene futuro.
Porque una parte de ti sigue esperando que un día, por fin, te elija como tú le eliges a él o a ella.

Cómo cortar definitivamente una relación tóxica

• Reconoce el patrón de estar atrapado en un ciclo. Y se romperá solo cuando tú lo rompas.

‍• Acepta el dolor sin juzgarlo. Dejar una relación tóxica duele. Aunque no sea buena para ti, duele igual.

‍• Deja de esperar el cambio que no llega. Si llevas años esperando que cambie, es momento de aceptar que ese día no va a llegar.

‍• Busca ayuda profesional para una salida más rápida y menos dolorosa. Salir sola/o es posible, pero salir acompañada/o es más rápido y menos doloroso.

‍• Trabaja en la autoestima y la historia emocional para evitar volver. Para no volver, necesitas sanar lo que te hizo permanecer ahí.

Sí se puede salir. Sí se puede sanar. Sí se puede volver a ti.

Y cuando eso ocurre, ya no te preguntas si él o ella va a cambiar…te preguntas por qué tú te abandonaste tanto tiempo.
Y entonces, algo dentro hace clic. Y empieza tu renacimiento.

Si estás en este proceso, escríbeme.
Te acompaño a romper ese ciclo desde la raíz.

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Un abrazo,

Lina Tur