Estoy estresada

“Estoy estresada, sí…, tengo que reconocer que hay momentos que la situación me supera, que si el trabajo, que si los niños con sus cosas, que si reuniones de todo tipo, laborales, del colegio, hasta de la comunidad de vecinos, vas sumando y al final, ¿qué tiempo me queda para mí? Y encima está mi pareja que ya llevamos un tiempo que no puedo decir ni una palabra sin que se desate una discusión…no llego a todo… , no duermo bien, me ha salido un eccema en la piel que me molesta muchísimo, tendré que ir al dermatólogo, en fin, que no me da la vida…”

¿Te sientes o te has sentido así en algún momento de tu vida?

Según la American Psychological Association, el 67% de las personas han sufrido algún síntoma psicológico de estrés durante el pasado año.

El estrés en la pareja es muy común. Se respira tensión, se miden las palabras y expresiones y “la procesión va por dentro”. 

Al principio no le has dado importancia y has pensado que era un “bache” que pasaría en poco tiempo pero eso mismo ha ido pasando, el tiempo, y no solo no se ha solucionado sino que se ha mantenido e incluso ha ido a más.

Ahora mismo ya te encuentras en un punto de agotamiento y no sabes muy bien qué hacer, has dejado de pensar con claridad, estás irritable, todo te molesta o te preocupa y falla la comunicación y la empatía con tu pareja.

Hay muchos elementos en tu vida que en un momento dado pueden provocarte un estado de ansiedad o de estrés pero el de la situación con tu pareja es uno de los que tienen más peso.

Son muchos los motivos por los que puedes sufrir de estrés en tu pareja. 

Algunos de ellos son:

• Miedo a la ruptura: éste suele ser el más común. Cuando las cosas no van bien entre tú y tu pareja es normal que se te pase por la cabeza que la relación puede acabar con lo que tu cuerpo se pone en situación de alerta o peligro y eso es “caldo de cultivo” para el estrés.
• El día a día en la convivencia: al principio “todo te hacía gracia” pero con el tiempo aquella manía dejó de ser graciosa para pasar a ser molesta y ahí han empezado las tensiones en casa.
• Coordinar o conciliar el trabajo con la vida personal: son muchas las horas que pasas en el trabajo, luego quieres ir un poco al gimnasio y, de vez en cuando, te viene ver a alguna amiga, vamos que no encuentras el tiempo para hacer cosas con tu pareja entre tus horarios y los suyos, y esto, también estresa mucho.
• Falta de confianza: puede ser por celos o porque sientes inseguridad en la relación pero el hecho es que este sentimiento se convierte, con el paso del tiempo, en una situación estresante.

Hasta aquí son los motivos por los cuales se sufre más estrés, pero luego hay otros, que también es importante que te señale:

• No tener ayuda y sentirte sola para hacerlo todo.
• La impuntualidad.
• Las adicciones.
• El rencor por algo que ha ocurrido y no logras superar.
• No tener tiempo para ti.
• La influencia de algunas amistades o compañías tóxicas.
• Etc.
  

Para evitar llegar a una situación de ansiedad o estrés que te perjudica en tu vida y te impide mantener una relación sana, te aconsejo que hagas lo siguiente:

1. Haz un ejercicio de reflexión contigo misma y pregúntate:

• ¿Qué es lo que me estresa exactamente de mi pareja o de la situación con mi pareja?
• ¿Hay algo externo que esté influyendo en esta situación? Pueden ser problemas laborales, con los hijos, económicos…
• ¿Alguno de los dos está pasando por una situación complicada?
• ¿Cuándo empezó esta situación? ¿Ocurrió algo en particular en ese momento que desencadenara esta situación de estrés?
• ¿Hemos hablado sobre este tema a solas y con tiempo?
  

2. Habla siempre desde la calma y el respeto de todo lo que te está ocurriendo para que tu pareja lo sepa y pueda comprenderte. A veces callamos para no “abrir el melón” y es mucho peor porque luego por cualquier tontería sale todo, y de malas maneras, por la tensión que se va acumulando. Por tanto, no reprimas tus sentimientos, sé coherente y honesta contigo misma y comunica tus necesidades a tu pareja en el momento en que sientas esa “necesidad”.
   

3. Dedícate tiempo a solas. Todos necesitamos un tiempo para nosotros que podemos dedicar a lo que más nos gusta, bien sea ir al gimnasio, caminar, tomar un café con una amiga, leer un libro, etc. Es muy bueno que cada miembro en la pareja también disponga de su espacio y de su tiempo para no caer en el estrés.
   

4. La convivencia es compleja. Si surge un conflicto, algo que es normal en la convivencia diaria, escucha muy bien y de forma activa a tu pareja y busca cómo se puede resolver esta situación llegando a acuerdos que os beneficien a ambos. 

Si sientes que el conflicto “puede contigo”, tómate un espacio de tiempo para ti antes de empezar a hablar, respira profundamente y recupera la calma antes de tomar cualquier decisión o decir algo de lo que luego te puedas arrepentir.

5. Acuerda con tu pareja qué es lo que podéis hacer juntos y cuándo, de esta forma tendrás tu vida más organizada y disfrutarás más con tu pareja. El desorden en la vida personal es un mal compañero.
   

6. Pide ayuda profesional para salir de este estado. 

Pídeme cita y veremos juntas todas las posibilidades para dar un giro positivo a tu situación.

Ahora te invito a escuchar un audio que puedes llevar contigo en el móvil a cualquier sitio y escuchar siempre que notes que estás entrando en un estado de ansiedad o estrés:

Audio para reducir la tensión y el estrés en cualquier momento

Espero que te haya servido y que pronto puedas volver a vivir en calma y armonía.

Recuerda que puedes contactar conmigo en cualquier momento para recuperar tu equilibrio y tener calidad en tu vida. Da el primer paso y pídeme cita para iniciar el camino a tu bienestar físico y emocional.

Te deseo que estés siempre muy bien.

Con amor y serenidad,

Lina Tur