¿Cuánto te quieres?

Nos pasamos la vida dándonos la espalda ….sí, sí…, me refiero a ti mism@ y ¿para qué lo hacemos si al final nos hace sufrir?

La autoestima es un concepto que aúna la estimación por uno mismo y el valor que nos damos.

Descuidarla nos lleva directamente al conflicto con nosotros y con los demás. 

Tener una autoestima equilibrada se traduce en estar tranquila@ con tu vida y la de los demás, tener seguridad y confianza en ti y en los demás, ser honest@, auténtic@ y vivir en paz, en coherencia y con sentido.

Como ves, todo son ventajas así que vamos a ver cómo podemos empezar a caminar hacia ellas.

Primero de todo, necesitas conocer el nivel de tu autoestima haciéndote preguntas como las que siguen:

• ¿Cómo te cuidas en tu día a día tanto física como emocionalmente?
• ¿Cuánto tiempo inviertes en ti?
• ¿Te criticas o juzgas a ti mism@ asiduamente?
• ¿Cómo te hablas?
• ¿Te tienes en cuenta en tu vida?
• ¿Qué valor le das a tu trabajo?
• ¿Te das reconocimiento cuando consigues algo?
• Ante un nuevo reto, ¿crees que lo vas a conseguir?
• ¿Tienes a menudo sentimientos negativos como ira, rabia, enfado, miedo….?
  

Date un espacio para contestar tranquilamente a estas preguntas anotando las respuestas y las reflexiones a las que te llevan.

Ahora que ya tienes una foto actual de tu vida en cuanto a fortalezas y debilidades se refieren, quiero decirte que la mayoría de conflictos con la autoestima tienen su origen en la infancia, normalmente en el período que va desde tu concepción hasta los 12 años. 

Cualquier vivencia negativa que hayas podido tener con tu entorno más cercano durante esos años, incluso aunque no la recuerdes a día de hoy y no seas consciente de ella, marcará para siempre tu comportamiento y es por ello que, si quieres salir del círculo y, por fin, empezar a quererte para tener una excelente relación contigo y con los que te rodean, localiza aquellas situaciones que quedaron sin resolver y que, a día de hoy, siguen retumbando en tu cabeza y en tu vida relacionadas con tu familia, tutores, profesores….

Una vez tengas una localizada pregúntate:

• ¿cómo te sentiste? Describe tus emociones y sentir de ese momento
• ¿Qué necesitaste en ese momento?

Aquí tienes la clave para empezar a trabajar y para ello, un acompañamiento terapéutico siempre es la mejor opción para viajar en el tiempo hasta esos instantes y desbloquearlos para siempre liberándote de la carga que te supone actualmente y pudiendo continuar tu caminar más liger@, más centrad@, más libre y en conexión contigo mism@, en resumen, recordarte quién eres en realidad.

“Ámate a ti mism@ primero y todo lo demás se acomodará solo”. Lucille Ball

Con amor y serenidad,

Lina Tur

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